Quienes somos

La Asociación Sufí Murciana «El camino del corazón» ha sido creada con un fin concreto: dar a conocer la vida y obra de Abenarabi (Ibn Arabi, Sheik Akbar, El Más Grande) filósofo, poeta y místico sufí nacido en Murcia con apoyo de la muy distinguida Orden Sufi Naqshbandi.
Somos una Asociación sin ánimo de lucro y de ámbito regional cuya finalidad es ayudar al desarrollo del crecimiento personal y espiritual mediante la realización de actividades, conferencias, encuentros, conciertos, etc. promoviendo la filosofía sufí.

Sufismo

El Sufismo ha sido definido como el Camino del Amor o del Corazón. A la palabra ‘Sufí’ se le han atribuido varios orígenes, entre ellos palabras que significan ‘pureza’ y ‘sabiduría’. El sufí, entonces es alguien que ha descartado todo lo que no pertenece a su esencia más íntima, y que ha cultivado el jardín del corazón, ya que no hay otro lugar para que la sabiduría crezca. Un sufí es un hombre con los pies en la tierra y la cabeza en el cielo.

Puede decirse que sufismo es un acercamiento amoroso a la realidad. Es un modo de experimentar la vida y el universo como un todo respondiendo a un plan Único, de acuerdo a unas Leyes Universales o Fundamentales. Es una escuela viva o forma de vida que busca ante todo hacer un llamado hacia la Unidad de toda la existencia y a que cada ser humano alcance su verdadero estado de plenitud y bienestar e integre en sí mismo la trascendentalidad o espiritualidad, es decir lo más significativo y fundamental que existe en cada uno de nosotros. Dentro del sufismo se busca liberar al ser humano de las cadenas de la ignorancia para que pueda comprender la esencia inmutable del Ser.

«La semilla del sufismo
Se sembró en tiempos de Adán
Germinó en tiempos de Noé
Brotó en tiempos de Abraham
Se empezó a desarrollar en tiempos de Moisés
Alcanzo la madurez en tiempos de Jesús
Y produjo vino puro en tiempos de Mahoma».

Su periodo de mayor actividad fue durante el imperio islámico, entre el siglo VIII y el XVIII, pero hoy siguen tan activos como nunca. Frecuentemente han sido tomados por una secta del Islam, pero ellos se encuentran tan a su agrado dentro del Islam como fuera de el. Como no están vinculados a ningún dogma religioso y no tienen ningún lugar particular de adoración, ni ciudad sagrada, ni organización monástica, ni jerarquías de ningún tipo. se encuentran dispersos por el mundo.

A través de la historia, los sufies han influido en muchas personas famosas como Chaucer, Bunyan, Cervantes, Averróes, Avicenna, Dante, San Francisco de Asís, Tomás de Aquino. La «Divina Comedia» de Dante, como Don Miguel Asín Palacios ha demostrado, es en gran parte un plagio literario de varias obras árabes, sobre todo las obras del gran místico sufí Ibn El-Arabi. El profesor Asín erudita autoridad de la historia islámica en en España, también encuentra influencia sufies en las obras de San Juan de la Cruz y Santa Teresa.

En líneas generales, los sufíes forman el puente entre el hombre y el superhombre tienen la función de ayudar a aquel a desarrollar sus capacidades latentes («los ángeles son las capacidades latentes del hombre»). Creen en la evolución conciente del hombre, claro es, siempre que el hombre quiera evolucionar. Según ellos, la humanidad duerme. Podríamos ser mucho más de lo que somos, pero nos hemos quedado dormidos en un prisión cuando podríamos tener todo el ancho mundo como morada. Pero si realmente queremos despertar, podemos lograrlo, y los sufíes proporcionan las técnicas especiales para nuestro desarrollo.

Los sufíes no se consideran una religión, sino la religión misma. Su ideal es estar en el mundo, pero no ser de él: ser libres de toda ambición, avaricia, orgullo intelectual, y obediencia ciega a las costumbres. Gran parte de las enseñanzas sufíes fueron introducidas a Europa a través de España, durante la conquista islámica. Fue aquí, en Murcia, en el año 1164, que nació Ibn El-Arabi, «El Jeque más grande». Provenía de una familia de sufíes, y se educó en Lisboa, Sevilla y Córdoba. Durante su adolescencia pasaba todo su tiempo libre con los sufíes, y siempre a través de su vida se mantuvo en contacto con ellos. Durante los treinta años que paso en Sevilla, logró crear la «literatura sufí» e hizo que se estudiara. Su poesía amorosa está considerada entre las más grandes de todos los tiempos, aunque a veces expresara opiniones sorprendentes. En su libro, «Facetas de la Sabiduría» dice que dios nunca se percibe en forma inmaterial: «La visión de Dios es una mujer es la más perfecta de todas».

«El Andaluz» (como también era conocido) estudió bajo la dirección de la mujer sufí española Fátima Waliyya, y cultivaba estados síquicos especiales. La fuente de su inspiración era el ensueño, en el que la conciencia permanecía alerta. Su libro más conocido, «El Intérprete de los Deseos, es una colección de poemas amorosos tan sublime, con tantas imágenes fantásticas y con tantos posibles significados, que es considerado por los sufíes como el producto del desarrollo más avanzado de la conciencia humana posible para el hombre.

Superficialmente, «El Intérprete de Los deseos» parece ser una colección de poemas eróticos, pero Ibn El-Arabi afirma que para los sufíes hay un significado esotérico además de las otras posibles interpretaciones. Esto e típico de los escritores sufíes, pues actúan sobre varios niveles de existencia, en varias dimensiones.
Muy pocas personas saben que San Francisco de Asís tuvo contacto con los sufíes, y que la orden de los Franciscanos tienen muchas cosas en común con las sociedades de los derviches giradores. Aunque todos lo consideran Italiano, de hecho halaba provenzal, el idioma de los trovadores. Fue en Provenza, Francia, donde primero tuvo contacto con los sufíes. Su padre le tenía mucho cariño a Francia, y por ello le cambió el nombre de Giovanni a Francesco.

De joven, San Francisco era un trovador, y pasaba su tiempo tocando y cantando en las calles y en los montes de Toscana. Se cuenta de él un relato bastante extraño; que después de su conversión, mientras caminaba con su discípulo Masseo lo preguntó a San Francisco por donde debían ir, y San Francisco le ordeno a su discípulo que girara como trompo. Masseo se cayó varias veces y se volvió a levantar hasta que por fin San Francisco le dijo que se detuviera. Su cara estaba vuelta hacia Siena, y Hacia allá fueron. Los derviches giradores tiene una practica muy parecida a ésta, mediante la cual obtienen conocimientos intuitivos.

Es posible que San Francisco haya tenido contactos con las escuelas de los derviches giradores. Una vez emprendió un viaje a Siria, luego otro a Marruecos, y por fin con las Cruzadas a Damietta, en Egipto. Su poema, «Cántico del Sole» recuerda la obra del jefe de los derviches giradores «La Colección de Sol de Tabriz» y otros poemas dedicados al sol. La misma Orden de los Franciscanos tiene su capa y caperuza con mangas anchas en común con las de los derviches de Marruecos.
Omar Khayyam es un poeta sufí que ha sido mal traducido e interpretado en el occidente. Lo han acusado de libertino, frívolo y borracho, pero no se han dado cuenta de que su poesía está escrita en «clave». Por ejemplo, cuando dice: «No puedo vivir sin el vino…» no se refiere al alcohol, sino a un estado de embriaguez divina y al entendimiento y percepción de la dimensión oculta. En el sistema «Abjad», la palabra «vino» tiene un valor numérico, que se puede volver a combinar y así obtener varios significados. En este sistema, conocido por casi toda persona que sabe leer y escribir en árabe y persa, cada letra tiene su correspondiente valor numérico, y viceversa, la palabra «sufí», por ejemplo, se descifra así: S=90, W=6; e Y=10. Sumados, estos números dan un total de 186; este se descifra y obtenemos la raíz árabe fuq, que quiere decir «arriba, trascendente», y así el sufismo es la filosofía trascendente.

Jalaluddin Rumi, el fundador de la orden de los derviches giradores, nació en Bactria, de familia noble, a comienzos del siglo XIII. Es considerado en el mundo árabe como un maestro místico de primera categoría, a pesar de que declarara que las enseñanzas del Corán son alegóricas y que tiene siete significados diferentes.

El Mathnawi es la obra maestra de Rumi. Son seis libros de poesía e imágenes de tal fuerza que se dice que su declamación produce una exaltación de la conciencia del oyente, Más que poesía, es una forma de arte especial para transmitir ciertos significados y verdades esotéricas.

Rumi ha dicho que el entendimiento se puede lograr sólo a través del amor, y nos acongoja:

«Mientras que la lámpara
interior de joyas arde
apresúrate a recortar su palo y
a proveerla de aceite».

Mulla Nasrudin es la figura clásica inventada por los derviches para estudiar ciertas situaciones sicológicas y para transmitir ciertos mensajes. Los cuentos de Nasrudin pueden ser interpretados y entendidos a varios niveles, y sus anécdotas tiene la función de hacernos pensar. Se pueden tomar como broma, como moraleja y medio para ayudar a iluminar la conciencia del místico potencial. Hacen de puente entre la vida mundana y una transmutación de la conciencia.

Los cuentos de Nasrudin recogidos en las Sutilezas a veces proporcionan un choque a la mente del lector, como éste: Nasrudin le dio un cántaro a un muchacho y le dio que fuera a traer agua de la noria, y al mismo tiempo le dio una bofetada. «¡Y o lo vayas a romper!», le gritó. Un observador le pregunto: «¿Cómo le puedes pegar a nadie que no ha hecho nada malo?» «Supongo que querrías que le pegara después de que ha roto el cántaro, y el agua. De este modo el muchacho recuerda, y se salva el jarro y el contenido».

Pero este «choque» es un impacto calculado que funciona de un modo particular, y prepara a la mente para el entendimiento sufí. También ilustra el hecho de que nadie debe emprender el sendero del sufí a menos que tenga la potencialidad para ello. Si lo intenta, las posibilidades de error son demasiado grandes para poder regresar con el agua sin romper el cántaro.

En el ámbito de la música, los sufies han contribuido con el vals, el flamenco y la música, de los trovadores provenzales. En el ámbito de la literatura, han contribuido con los cuentos de hadas (con su significado alegórico), el romanticismo y un nuevo tipo de literatura todo suyo, mediante el cual transmiten un mensaje escondido. Y en el ámbito de la ciencia influyeron mucho en Roger Bacon, uno de sus pioneros, quien cita sus enseñanzas en su «Opus Maius».

Hay dos modos de conocer:
por medio del argumento,
y por medio de
la experiencia.
El argumento lleva a
conclusiones y nos
hace concederlas,
pero no causa la certeza
ni nos quita de dudas, para que
la mente pueda descansar en la
verdad, a menos que
esto lo proporcione
la experiencia.

Este monje Franciscano aprendió de los sufies de la escuela iluminista, que hay una diferencia entre meros conocimientos y conocer algo por la experiencia, no por «experimento».
Desde el punto de vista sufí, cuando Bacon escribió estas palabras en 1268 dio origen a la ciencia moderna, pero al mismo tiempo transmitió solo una porción de la sabiduría sobre la cual pudo haber sido basada.

Juan Haller